La Mishná | El Midrash y la Agadá | Mishné Torá | El Sidur | |
El Tanaj | SIFRUT HA-HALAJA | Ha-Rosh | ||
Las Mikraot Guedolot | Sifrut Ha-Poskim | Shulján Aruj | ||
La Torá She-Beal Pe | Sheelot Uteshuvot | Ben Ish Jai |
Explicaciones y libros sobre:
EL PENSAMIENTO JUDIO | EXTENSION CULTURAL |
Comenzamos sus primeras palabras, "Bereshit bará" ("En el principio creó"). La Torá se compone de cinco libros llamados jumashim: Bereshit (Génesis),Shmot (Exodo), Vaikrá (Levítico), Bamidbar (Números), Dvarim (Deuteronomio). Hay un nombre genérico para los cinco libros y un nombre propio para cada uno de ellos, pero no sabemos el nombre del autor. Según la tradición, la Torá fue entregada al pueblo judío en el Monte Sinaí y contiene los preceptos y leyes impartidos a Israel, la descripción de la creación del mundo y el comienzo de la humanidad, la historia de los patriarcas de la nación judía y los comienzos del pueblo hasta la muerte de Moshe. ?Por qué la hemos ubicado en el centro? Por una razón muy sencilla: según la concepción judía, en la Torá se halla toda la cultura judía y todo el estilo de vida judío, como individuos y como pueblo. Todo se halla escrito de manera directa (Pshat, "sencillo") o indirecta (Drash, "exégesis"; Remez, "alusión" y Sod, "secreto"). La Torá entregada en Sinaí es la Torá She Bijtav (escrita), a diferencia de los textos de halajá y agadá de nuestros sabios en tiempos del Segundo Templo y en los siglos posteriores, genéricamente denominados Torá She Beal Pe (oral).
Los textos sagrados del pueblo judío y los fundamentos de su cultura nacional fueron recopilados en un solo libro integrado por tres: TaNaj, Torá, Neviím y Ketuvim. En el Tanaj hay 24 libros.
Torá: Bereshit, Shmot, Vaikra, Bamidbar, Dvarim.
Neviim: Neviím Rishonim (Profetas anteriores): Yehoshua (Josué), Shoftim (Jueces), Shmuel (Samuel) I y II, Melajim (Reyes) I y II.Neviím Ajaronim (posteriores): Yeshaiahu (Isaías), Irmiahu (Jeremías), Yejezkel (Ezequiel), Trei Asar (profetas menores).Ketuvim: Tehilim (Salmos), Mishlei (Proverbios), Iov (Job), Jamesh Meguilot (Shir Hashirim (Cantar de los Canatres), Rut, Eija(Lamentaciones), Kohelet (Eclesiastés), Ester), Daniel, Ezra u-Nejemia (Esdras y Nehemías), Divrei Haiamim (Crónicas).
Los libros que integran el Tanaj se denominan Sagradas Escrituras para diferenciarlos de los Sfarim Jitzoniím (Libros Externos o Apócrifos), que no fueron incluidos en el Tanaj por los miembros de la Kneset Hagdolá, en tiempos del Segundo Templo. También se los llama Mikrá porque eran textos escritos y posteriormente leídos, a diferencia de la Mishná y los midrashim, que eran reproducidos oralmente.
Como ya hemos dicho, la Torá es la primera parte del Tanaj; sobre ella se creó posteriormente la Mishná y más adelante el Talmud. De todos los libros del Tanaj se tomó el material que sirvió de fuente de inspiración para la literatura del midrash: la agadá y la halajá. Cuando el pueblo judío partió al exilio, forzada o voluntariamente, se redujo su dominio de la lengua hebrea y surgió la necesidad de traducir el Tanaj. Una versión muy famosa fue la "Traducción de los Setenta" (Septuagynta) al griego, realizada en tiempos del Segundo Templo. Entre las traducciones al arameo las más conocidas son:Targum Onkelos y Targum Yonatan.
El Tanaj es el libro más veces impreso en el mundo; ha sido traducido a casi todos los idiomas y es considerado patrimonio cultural de todo el mundo occidental.
Con el paso del tiempo, surgieron numerosos comentarios del Tanaj. En realidad, la interpretación de la Mikra no concluyó nunca y se prolonga hasta nuestros días. Los comentaristas más destacados son: en primer lugar Rashi (Rabí Shlomo Ytzjaki), el más grande intérprete del Tanaj y el Talmud, que vivió en Francia en el siglo XI. Sus comentarios descuellan por su brevedad, claridad y precisión, así como también por sus increíbles conocimientos y extraordinaria capacidad de explicación. Junto a él cabe mencionar otros tres exégetas: Rashbam (Rabenu Shmuel Ben Meir), nieto de Rashi, que vivió en Francia en los siglos XI y XII, cuyos comentarios se destacan por su aspiración al pshat; Rabí Abraham Ibn Ezra, que vivió en el siglo XII y fue uno de los estudiosos y poetas más renombrados de Espana, redactó sus interpretaciones con el afán de "explicar todos los textos según sus normas, precisiones y sencillez"; Rambán (Rabenu Moshe Ben Najmán), vivió en el siglo XIII y fue uno de los más grandes expertos en halajá. Completó su interpretación de la Torá en Eretz Israel, y en su concepción senaló que "en la Torá todo se escribe como interpretaciones o alusiones". En 1517, hace unos cinco siglos, se publicó en Venecia la primera edición de Mikraot Guedolot, que incluye el texto bíblico, interpretaciones (Rashi, Rashbam, Ibn Ezra, Rambán, Sforno) y traducciones. En las ediciones posteriores se incluye también Toldot Aharón, un índice de citas de versículos en el Talmud. A la Torá se adjuntan las traducciones de Onkelos e Yonatan; a los Neviím, el comentario de Radak (Rabi David Kimji), Metzudat David y Metzudat Tzion.
En apariencia, el concepto de "Torá She Beal Pe" significa que los contenidos no se conservan por escrito, sino que eran -y son- reproducidos oralmente. La Torá She Bijtav (el Tanaj) fue siempre un texto escrito, mientras que la "Torá She Beal Pe" fue evolucionando oralmente entre quienes transmitían la Torá de boca en boca. Cabe recordar que en la antigüedad había quienes se oponían a la escritura de la Torá She Beal Pe, pero la gran cantidad de material acumulado la impuso.
Qué era lo que se transmitía oralmente? Las interpretaciones y explicaciones de la Torá She Bijtav, normas, enmiendas y restricciones destinadas a reforzar la posición de la Torá. Es decir que la Torá She Beal Pe está directamente vinculada con la Torá She Bijtav, y sin ella carecería de contenido.
Por ejemplo: la Torá nos ordena permanecer en la sucá siete días, pero, qué es la sucá? La Torá She Beal Pe nos brinda una respuesta que se desprende de las normas establecidas por los sabios.
Al final de Libro Dvarim dice: "Ensenan tus normas a Yaacov y tu Torá a Israel". Los sabios se preguntaron: ?Por qué son necesarias tus normas y tu Torá, si basta con una de ellas? Si a pesar de ello la Torá menciona a ambas, es porque hay una razón: "Dos versiones de la Torá fueron entregadas a Israel: una oral y la otra escrita" (Sifri, Vezot Habrajá). La primera recopilación de normas que complementan y explican la Torá She Beal Pe se llama Mishná, nombre que deriva de la raíz "Sh.N.H.", estudiar.
Por qué escribieron estas interpretaciones y no las dejaron en su forma oral? Porque se había acumulado una gran cantidad de normas y resultaba muy difícil recordarlas. Al escribirlas, facilitaron su memorización e impidieron su olvido. La Mishná, que se basa en elementos orales, fue recopilada por Rabí Yehudá Hanasí, un gran dirigente de la población judía en Eretz Israel aproximadamente en el ano 200 a.e.c. (hace 1.800 anos). Al recopilar todo el material, Rabí Yehudá Hanasí determinó qué incluir en la Mishná y qué quedaría afuera. La Mishná consta de seis Sedarim (partes): Zraim: las normas vinculadas fundamentalmente con la agricultura; Moed: las normas relativas a las festividades; Nashim: las normas referidas a la vida íntima; Nezikín: las normas vinculadas con el patrimonio y las cuestiones entre dos personas; Korbanot: las normas referidas a los sacrificios en el Templo; Tohorot: las relativas a la pureza del cuerpo, el hogar y los enseres. La sigla formada por las iniciales de los seis Sedarim es: Zman Nakat.
Los Sfarim Jitzoniím fueron escritos en tiempos en que los judíos estudiaban la Torá y los sabios la interpretaban y explicaban. Se trata de libros escritos por judíos en tiempos del Segundo Templo y en la etapa inmediatamente posterior (350 a.e.c. - 150 e.c.), cuyo sentido se asemeja al de los textos bíblicos pero que no fueron consagrados junto con los 24 libros de la Mikrá, cuyo proceso de cristalización en un solo tomo consagrado -el Tanaj- tuvo lugar en aquella misma época. Parte de ellos se ha perdido, y algunos han sido redescubiertos recientemente.
Entre los Sfarim Jitzoniím más importantes cabe mencionar a los Libros de los Macabeos (I y II), gracias a los cuales sabemos de la rebelión de los Macabeos; los libros atribuidos a Janoj, que incluyen mucho material referido a las creencias de los judíos en tiempos del Segundo Templo; el Sefer Hayovlot, que describe los acontecimientos más importantes desde la creación del mundo hasta el Exodo de Egipto; el Libro de Judith, que despliega la tradición de heroísmo de las mujeres judías; el Libro de Ben-Sirá (que lleva el nombre de su autor), destinado a ensenar sabiduría y principios morales al pueblo judío, y a educarlos en la reverencia a D's en el espíritu de la Torá; la Epístola de Aristíades, atribuida a un autor griego, que contiene la traducción de la Biblia al griego a pedido del emperador egipcio Ptolomeo.
Las mishnaiot externas (Beraitot), que Rabí Yehuda Hanasí no incluyera en la Mishná en momentos de su versión definitiva y que posteriormente fueran recopiladas e incluidas en un libro aparte, reciben el nombre genérico de Tosefta.
La Tosefta está organizada con la misma estructura que la Mishná, y las Beraitot incluidas en ella contienen paralelismos, complementos y versiones diferentes de la Mishná.
La Mishná es la primera (pero no la última) recopilación de halajot transmitidas oralmente. Con la conclusión de la versión definitiva de la Mishná se inició el Talmud (la Guemará), que es una suerte de protocolo de los debates mantenidos por los sabios acerca de las normas y halajot de la Mishná. El Talmud es una resena de la Torá She Beal Pe creada por los sabios de Eretz Israel y de Babilonia desde los tiempos del Segundo Templo hasta el siglo VI. La base del Talmud consiste en elementos de la Mishná, que son un resumen suscinto de las nomas que complementan la Torá. El Talmud consta básicamente de debates minuciosos acerca de diversas normas. En apariencia está estructurado como un explicación e interpretación de la Mishná, pero en realidad su contenido es mucho más vasto; los debates en torno de temas halájicos abordan todos los ámbitos de la vida y de ellos surge el tesoro de la sabiduría judía: halajá, agadá, filosofía, historia, ciencia, leyendas y humor.
El Talmud, que es la obra de más trascendencia producida por el judaísmo después del Tanaj, se ha convertido en el texto fundamental del pueblo judío y en la base de la tradición normativa vigente hasta la actualidad.
Sus fuentes hunden sus raíces en Eretz Israel y en Babilonia; por ello existe un Talmud de Jerusalem, escrito y organizado en Eretz Israel y redactado en Tveria (Tiberíades), en la principal yeshivá de Eretz Israel, y un Talmud de Babilonia, redactado fundamentalmente en Sura y Pumbedita, en las dos yeshivot más importantes del judaísmo de Babilonia.
En tiempos del Segundo Templo, muchos judíos eran agricultores y artesanos, y sólo unos pocos se dedicaban al estudio. A fin de acercar a la mayor parte del pueblo al conocimiento de la Torá, se desarrolló el midrash (prédica) que el sabio pronunciaba ante su comunidad, en especial después de la lectura de la Torá el sábado. El mismo tenía un estilo narrativo y consistía en una interpretación no literal de la Torá, ya fuere para exponer pruebas y alusiones sobre las normas de la Torá (Midrashei Halajá) o para extraer ideas y sugerir a los oyentes cómo comportarse (Midrashei Agadá).
En su introducción al Sefer Ha-Agadá, Bialik y Rawnitzki escribieron lo siguiente: "Quien desee conocer a la nación judía, debe dirigirse a la Agadá... A través de ella puede uno ingresar a la sede de la vida plena de la nación judía y contemplarla desde adentro".
La lectura de la agadot nos conduce hacia otro anaquel de la biblioteca que estamos recorriendo. Ahora nos apartaremos un poco de la seriedad de la halajá para leer una literatura judía sonriente y luminosa, plena de humor y experiencia de vida. La Agadá o el Midrash Agadá es el nombre genérico de aquella parte de la Torá She Beal Pe que no se ocupa de la halajá sino de diversos aspectos de la vida: el Creador y la Creación, el mundo y el hombre, Israel y los otros pueblos, las creencias y opiniones, la moral y el respeto y un poco de folclore. Está destinada a captar la atención del lector para educarlo y orientarlo por la senda de la vida. En muchos casos se basa en historias, reales o imaginarias, narradas en la sinagoga o en la casa de estudio, como el siguiente ejemplo: se cuenta que Rami Ben Iejezkel llegó a Bnei Brak y vio algunas cabras que comían debajo de una higuera. La miel que fluía de los higos y la leche que fluía de las cabras se mezclaban, y él dijo: así manan la leche y la miel.
A diferencia del Midrash Agadá, el Midrash Halajá es más serio y severo, porque interpreta las halajot y normas a partir de determinados versículos. Por ejemplo: en la plegaria de Kriat Shma decimos "y las ensenaréis a vuestros hijos hablando de ellas". De aquí concluyeron nuestros sabios que "cuando un nino comienza a hablar, su padre le habla en lengua de santidad (hebreo) y le ensena Torá". ?Por qué? Porque a continuación dice "para que se prolonguen vuestros días y los de vuestros hijos", es decir, a partir de ese versículo se desprende la halajá de que se debe hablar hebreo.
Los Midrashei Halajá fueron incluidos en diversas recopilaciones, como Mejilta de Rabí Ishmael y Mejilta de Rabí Shimon Bar Yojai (sobre el Libro de Shmot); Safra (sobre el Libro de Vaikra) Sifri (sobre los Libros de Bamidbar y Dvarim).
Con el transcurso del tiempo, las agadot de la Mishná, el Talmud y los midrashim fueron recogidas en diferentes recopilaciones, como Yalkut Shimoni del siglo XIII y Hamisdrash Hagadol, que incluye midrashim sobre la Torá escritos por Rabí David Adeni en el Yemen, en el siglo XVI. El más famoso es Sefer Ha-Agadá compilado por J.N. Bialik y Y.J. Rawnitzki, que incluye una selección de agadot del Talmud y los midrashim; otras recopilaciones famosas sonEin Yaacov y Tzena Ureena.
Hasta el momento, nuestro paseo por la biblioteca ha transcurrido junto a dos anaqueles: el Tanaj (la Torá She Bijtav) y a su derecha la Torá She Beal Pe (la Mishná, el Talmud y los Midrashim). Ahora nos dirigiremos hacia la izquierda, en dirección a Sifrut Ha-Halajá, que es aquella parte de nuestra Torá que se ocupa de las normas entre el individuo y D's y entre el individuo y su prójimo. El origen de la halajá radica en la Torá She Beal Pe. En el principio dePirkei Avot dice: "Moshe recibió la Torá en Sinaí y la entregó a Yehoshúa, Yehoshúa a los ancianos, los ancianos a los profetas y los profetas la entregaron a los miembros de Kneset Hagdolá" (Avot 1, 1). Los miembros de Kneset Hagdolá "circunscribieron la Torá", es decir, estipularon nuevas normas, sentencias, enmiendas y halajot destinadas a preservar mejor sus preceptos. Todo lo que nuestros sabios decretaron, enmendaron y estipularon se basaba en el estudio de la Torá She Bijtav y se convirtió en la Torá She Beal Pe, que posteriormente fue escrita, tal como ya hemos visto con respecto a la Mishná y el Talmud. A diferencia de la Mishná, el Talmud no incluye Halajá Psuká (dictámenes sobre la halajá), por lo que los sabios de las sucesivas generaciones debieron decidir con respecto a cuestiones que los debates talmúdicos habían dejado sin respuestas.
La necesidad de dictaminar con respecto a diversos interrogantes y nuevos problemas que habían surgido por las diferentes circunstancias de tiempo y lugar llevó a un enorme desarrollo de la literatura halájica, que sigue produciéndose hasta nuestros días. Su evolución se inició en el período de losGueonim (directores de las grandes yeshivot entre los anos 600 y 1040) de Babilonia, el centro de la vida judía en aquel entonces, y recibió el nombre genérico de Sheelot Uteshuvot (preguntas y respuestas), o en su sigla, Shut. Quienes respondían a estas preguntas eran conocidos con el nombre dePoskim (dictaminadores). Las respuestas emitidas condujeron a la creación de una serie de recopilaciones de halajot que se inició en tiempos de los Gueonim; las más conocidas son Mishné Torá de Rambam y Shulján Aruj de Rabí Yosef Caro.
Esta literatura comenzó a escribirse en tiempos de los Gueonim. Mencionaremos a continuación tres libros de esa época: Halajot Gdolot, Halajot Psukot yHalajot Ktzuvot. La tarea de los Poskim no concluyó con el paso del tiempo; además de los ya mencionados Rambam y Rabí Yosef Caro, cabe recordar a Rif (Rabí Ytzjak Alfasi), Ha-Rosh (Rabenu Asher) y en un período posterior Jaiei Adam de Rabí Abraham Danzig), Kitzur Shulján Aruj de Rabí Shlomo Ganzfried,Shulján Aruj Ha-Admor de Rabí Shneur Zalman de Liady, autor de Tania y Hanodá BiYehudá de Rabí Yejezkel Landau. También en nuestros días se escriben libros de halajá, como Mishná Brurá de Jafetz Jaim (Rabí Israel Meir Kohen de Radun, Polonia, fallecido en 1933) y Mekor Jaim de Rabí J.D. Halevy, el Rabino Sefardí de Tel-Aviv fallecido en 5758.
Esta literatura se inició con las cartas enviadas por individuos y comunidades a los Gueonim de Babilonia, cuyo contenido consistía en en preguntas vinculadas con la halajá: cómo comportarse, qué estaba permitido y qué estaba prohibido. Las respuestas eran enviadas a quienes habían formulado las preguntas, que en muchos casos vivían en otros países; de esa manera, los Gueonim ampliaron su área de influencia mucho más allá de las comunidades judías de Babilonia. Ayudaron en gran medida a preservar la unidad de la nación, porque las respuestas eran instrucciones sobre cómo conducirse impartidas a Babilonia, Espana, Eretz Israel, Egipto y las demás poblaciones judías.
Las respuestas eran Piskei Halajá emitidos por los Poskim. A lo largo de 1.400 anos se recopilaron más de tres mil libros de Preguntas y Respuestas, que incluyen cerca de medio millón de respuestas. Algunos libros llevan los nombres de sus autores (completos o sus iniciales) o tienen títulos específicos, como Tshuvot Ha-Rambam y Shut Ha-Ramá (Rabí Moshe Isserles); el libro de Rabí Yejezkel Landau de Praga se llama Hanodá Bi-Yehuda. En nuestros tiempos se han publicado decenas de libros de Sheelot Uteshuvot, como Mishpatei Uziel (cuatro tomos de respuestas del Rabino Ben-Zion Uziel, que fueraRishon Le-Zion (Primado de Sion), el Gran Rabino sefardí de Eretz Israel y que dictaminara que las mujeres tienen derecho al voto.
Las insólitas dimensiones de esta literatura impidieron a estudiosos y Poskim conocer todo el material escrito. El "Proyecto Shut", emprendido por iniciativa de la Universidad de Bar-Ilan, almacenó en computadora el contenido de cientos de libros de Sheelot Uteshuvot, y por medio de un programa especial, hoy en día se puede acceder fácilmente a él y detectar las fuentes de casi todos los temas abordados en ellos.
Cualquier persona que sepa manejar una computadora puede ser posek halajá (dictaminar en cuestiones de Halajá)? ?El posek halajá debe saber manejar una computadora? La respuesta a ambas preguntas es ciertamente negativa: Rambam no sabía qué era una computadora, pero fue uno de los poskim más descollantes. El "Proyecto Shut" es un gran medio auxiliar, pero no sustituye al conocimiento y comprensión de la halajá.
Rambam, uno de los más grandes sabios judíos de todos los tiempos, vivió en el siglo XII. Quiso resumir todos los preceptos, tal como figuran en la Torá, la Mishná y el Talmud, y para ello escribió Mishné Torá, el libro de dictámenes halájicos destinado a las personas que tienen dificultades para comprender las halajot y las respuestas de los Gueonim, "un texto que incluya toda la Torá She Beal Pe desde los tiempos de Moshe Rabenu hasta fines del período de los Gueonim". ?Por qué se llama "Mishné Torá"? Porque "una persona lee primero la Torá She Bijtav y después lee este libro y aprende en él toda la Torá She Beal Pe, sin necesidad de leer otro libro entre uno y otro".
Este libro se destaca por cuatro características peculiares:
1. Incluye los 613 preceptos con todos sus detalles. Cabe recordar que algunos preceptos sólo tenían vigencia en tiempos del Templo; también ellos fueron incluidos por Rambam junto con otros de moral, fe, filosofía, astronomía, medicina y otras ciencias.2. Se divide en 14 libros clasificados por temas, de aquí su nombre Hayad Hajazaka (el valor numérico de la palabra "yad" es 14), divididos en 83 secciones denominadas "halajot" y en unos 1.000 capítulos que contienen 15.000 párrafos.3. Sólo senala el psak halajá, sin extenderse sobre sus fuentes, el autor que lo inspirara y los fundamentos sobre los que se basa.
4. Fue redactado en hebreo mishnaico, en un estillo bello y claro.
Desde el siglo XIV y hasta nuestros días se han escrito cientos de interpretaciones a Mishné Torá o Hayad Hajazaka; las más conocidos son Maguid Mishnáy Lejem Mishná.
Ha-Rav Rabenu Asher Ben Yejiel vivió en los siglos XIII y XIV, al principio en Alemania y posteriormente en Espana (Castilla). Fue el sabio más experto en halajá de su tiempo, y todos los judíos de Europa, tanto askenazíes como sefardíes, lo consideraban una autoridadad distinguida y Posek supremo. Escribió más de mil respuestas sobre temas de halajá e interpretación, y su principal obra es Piskei Ha-Rosh o Hiljot Ha-Rosh laTalmud. Otro posek conocido fue su hijo Rabí Yaacov Ben Ha-Rosh, en cuyo libro Arbaá Turim siguió las huellas de su padre. El libro, conocido como "Ha-Tur", cumplió una importante función en el dictamen final sobre normas y halajot. Está dividido en cuatro partes ("turim"): Oraj Jaim, Joshen Mishpat, Yoré Deá y Even Ezer.
La estructura de "Hatur" fue la base del Shulján Aruj, el libro de halajá escrito por Rabí Yosef Caro, descendiente de una familia expulsada de Espana que se estableció en Tzfat (Safed) en el siglo XVI. Es una recopilación de piskei halajá originarios de los judíos sefardíes breve, concisa y clara y en términos generales se basa en Ha-Rif, Rambam y Ha-Rosh.
En la introducción, Rabí Yosef Caro senala que su libro está destinado a los estudiosos que quieren dictaminar en cuestiones de halajá, a aquellas personas que quieren repasar lo que ya habían estudiado y a los alumnos, para que aprendan halajá lemaasé. El Shulján Aruj aborda todos los detalles de la vida judía, desde el nacimiento hasta la muerte. A fin de adaptarlo a los usos y costumbres de las comunidades askenazíes, Rabí Moshe Isserles de Cracovia (Polonia), siglo XVII, le anadió notas y comentarios acordes con los poskim de Askenaz.
En las ediciones más usuales, las Hagaot Ha-Rama se incluyen en el mismo texto, con una tipografía diferente (el alfabeto de Rashi) con la aclaración "nota". Sus observaciones abrieron la senda a una vasta literatura de Nosei Kelim ("escuderos", interpretaciones) al Shulján Aruj. El más conocido en el siglo XX es Mishná Brurá de Rabí Israel Kohen de Radun, conocido con el apodo de Jafetz Jaim. Mishná Brura es la interpretación de Oraj Jaim del Shuljáan Aruj, y consta de tres partes:
Mishná Brurá: la explicación de la halajot de Shulján Aruj.
Shaarei Tzion: las fuentes de la interpretación de Mishná Brura.
Beur Halajá: una ampliación de la interpretación del Shulján Aruj.
El libro Ben Ish Jai es una fuente importante para conocer el mundo de la halajá de las comunidades orientales. Su autor, Rabenu Yosef Jaim, vivió en Bagdad, Irak, en el siglo XIX. A pesar de que no ejerció ninguna función oficial como rabino, dejó su impronta sobre las costumbres y halajot de los judíos de las comunidades orientales. En su libro Ben Ish Jai, que en los últimos anos goza de gran popularidad, recopiló sus drashot y colecciones de normas, ordenadas según parshiot hashavúa. El libro está estructurado para ser estudiado semanalmente durante dos anos -la primera parte se llama "Primer ano" y la segunda, "Segundo ano"- y es una especie de Shulján Aruj para todas las comunidades orientales, que suelen estudiarlo en grupos desde su comienzo hasta su final. No está ordenado de acuerdo con los preceptos de las parashot de la Torá sino con las drashot que pronunciara, según la costumbre de los sabios judíos "que no dictaminan solamente sobre agadá, midrashim y sentencias, sino que también comentan halajot a fin de informar las leyes de D's, su imperativo de conocer la senda por la que se debe marchar y las acciones que se debe realizar" (de la introducción del autor).
En este anaquel tampoco faltan los libros de consulta y estudio, como Sefer Hajinuj que senala los 613 preceptos según su orden de aparición en la Torá.
A continuación pasaremos al siguiente anaquel, el de los sidurim y majzorim que acompanan al judío en la vida cotidiana. En el mundo judío no existe otro libro más difundido que el Sidur, cuyo nombre proviene de la palabra "seder", el orden fijo de la vida y las plegarias. Desde la aparición del primero,Seder Bar Amram Ha-Gaon, un manuscrito de hace 1.200 anos, se han publicado miles de ediciones diferentes.
El sidur es una recopilación -u orden- de plegarias para todos los días de la semana, los sábados y las festividades, pero no sólo eso: es el libro que acompana al judío desde su nacimiento (brit milá) hasta el día de su muerte (halvaiá) y contiene plegarias, bendiciones, súplicas, cánticos y agradecimientos, y también capítulos de Tehilim (Salmos), el texto de Pirkei Avot y explicaciones a diversas normas y costumbres. Su estructura es una sola, pero las versiones difieren de acuerdo con las costumbres de las comunidades en los diversos países. Las principales diferencias se dan entre Núsaj Ashkenaz y lo que hoy en día se denomina Núsaj Edot Hamizraj.
El orden de las plegarias es el siguiente:
Shajarit: la plegaria matutina.
Minjá: se dice después del mediodia.
Arvit: se pronuncia por la tarde, después de la salida de tres estrellas.
El sidur incluye también las plegarias del sábado (por ejemplo, Musaf) y el principio de mes, la lectura de la Torá y las plegarias de las festividades. Entre las plegarias se intercalan bendiciones: Birkat Hamazón, Birkat Nisuín, Brit Milá, etc.
El contenido y las versiones de las plegarias judías se fueron desarrollando con el paso del tiempo; también en nuestros días se producen cambios e incorporan nuevas plegarias al sidur que, lógicamente, generan discusiones y discrepancias. El Rabino Adin Steinzaltz senala: "El sidur es el Libro de la Vida del judaísmo. Todos recurren a él, todos se ocupan de él, todos se remiten a él... El sidur es el libro que unifica al pueblo todo".
El calendario judío está sembrado de festividades y conmemoraciones: Rosh Hashaná, Yom Hakipurim, Sucot, Janucá, Tu BiShvat, Purim, Pésaj, Lag Ba-Omer y Shavuot. En los tiempos modernos se han agregado dos festividades nacionales: el Día de la Independencia del Estado de Israel y el Día de Jerusalem. Asimismo, en el calendario judío abundan los días de duelo y recordación: el 3 de Tishrei es Tzom Guedaliahu; el 10 de Tevet conmemora el asedio de Nabucodonosor a Jerusalem; el 7 de Adar es el día del fallecimiento de Moshe Rabenu, cuyo lugar de sepultura desconocemos, y el Día de Recordación de los soldados de Tzahal caídos en combate, cuyo lugar de sepultura se desconoce; el 13 de Adar es Taanit Ester; el 27 de Nisan, Yom Hazicarón la-Shoá vela-Gvurá (el Día de Recordación del Holocausto y el Heroísmo); el 4 de Yiar, el Día de Recordación general de los caídos en combate en todas las guerras de Israel; el 17 de Tamuz se conmemora la apertura de una brecha en las murallas de Jerusalem y el 9 de Av, la destrucción del Primero y el Segundo Templos. Recientemente se ha anadido el 12 de Jeshvan, el Día de Recordación del Primer Ministro Ytzjak Rabin.
Hemos mencionado las plegarias de las festividades, que forman parte del sidur. Con el paso del tiempo se les fueron agregando diversos piutim (poemas litúrgicos) y se les preparó un sidur especial que recibió el nombre de Majzor, que significa "ciclo" y proviene de los Majzorim Gdolim (por ejemplo, el Majzor de Vitry del siglo XII), que incluían el ciclo anual, es decir, las plegarias para todos los días del ano. A medida que las plegarias de las festividades se fueron volviendo más largas y más festivas, se estableció para ellas un majzor que incluye las plegarias largas con gran cantidad de poemas y cánticos especiales para las respectivas ocasiones. En nuestro recorrido veremos diferentes tomos de majzorim: para las plegarias de Rosh Hashaná, para las de Yom Kipur y para las de Shalosh Regalim (Sucot, Pésaj y Shavuot).
A continuación veremos la Hagadá de Pésaj y recordaremos la matzá y el afikomán, el Ma Nishtaná y a Eliahu Hanaví, y el particular acontecimiento familiar de la noche de Pésaj. La lectura de la Hagadá es la actividad central (además de la cena, por supuesto) en el Seder de Pésaj, cuando toda la familia se reúne para leer y relatar el Exodo de Egipto. La Hagadá es muy antigua, sus comienzos datan del Talmud e incluye el Ma Nishtaná y Arbaá Banim. El Seder de la noche de Pésaj es el acontecimiento principal del hogar judío, y por eso siempre se necesitó una Hagadá, cuyo origen se remonta al versículo "y narrarás a tus hijos".
El núcleo de la Hagadá se halla en la Mishná, en Maséjet Pesajim. Con el paso del tiempo se fueron incorporando fragmentos de la Mikrá, la Mishná y el Midrash, piutim, plegarias y bendiciones. La cristalización de esos textos en una sola obra que relata la historia del Exodo de Egipto se produjo, aparentemente, a fines del período del Segundo Templo y después de él. Con el transcurso del tiempo se escribieron e imprimieron más de 10.000 Hagadot de Pesaj básicamente iguales, pero con variaciones según las distintas comunidades: el Norte de Africa, Askenaz, Bujara, Bnei Israel de la India, Yemen, Bagdad, Espana, Rusia y otras comunidades judías dispersas hasta hoy en día. Como la Hagadá se lee en circunstancias festivas, se la solía disenar de manera especialmente estética, y por eso contamos con cientos de maravillosas Hagadot ilustradas e iluminadas que cautivan la vista de sus lectores.
El Tanaj, la Mishná y el Talmud (la Torá She Bijtav y la Torá She Beal Pe) abundan en referencias a la esencia del mundo y a la concepción del hombre, pero carecen de una exposición clara de su línea de pensamiento y contienen básicamente aforismos y máximas.
Para conocer este aspecto de dichos libros nos aproximaremos al cuarto anaquel, dedicado al Pensamiento Judío. Sus comienzos se remontan a la Edad Media, en el seno de las comunidades que vivían en la órbita de la cultura árabe (Babilonia, Espana y Africa del Norte). El primer y más destacado pensador fue Rav Seadia Gaón, que vivió en el siglo X, nació en Egipto, se trasladó a Eretz Israel y posteriormente a Babilonia y escribió en árabe. Su libroEmunot Vedeot, que aborda los principios teóricos del judaísmo, integra las concepciones del filósofo griego Aristotéles sobre D's y su lejanía del mundo creado con las concepciones del judaísmo sobre el bien y el mal, el castigo y la recompensa, y dedica una parte considerable a la redención de Israel.
Un siglo más tarde se dio a conocer el libro Jovot Halevavot, de Bajia Ibn Pakuda de Espana, el primer y más famoso libro judío sobre ética, también escrito en árabe y traducido al hebreo, que consiste básicamente en la definición de las cualidades que el individuo debe desarrollar y en el senalamiento de las diferencias entre los deberes que recaen sobre el corazón y los que recaen sobre los demás órganos (es decir, aquellos preceptos que el individuo cumple con su cuerpo).
En el siglo XII se publicaron los dos libros más famosos sobre "pensamiento judío": en primer término Hacuzarí de Rabí Yehuda Haleví de Espana, y pocos anos después Moré Nevujim de Rambam. Rabí Yehuda Haleví senala que su libro "está destinado a brindar réplicas a los argumentos de quienes disienten con nuestra religión". El libro, escrito en árabe y traducido al hebreo, está redactado en forma de relato en torno de un elemento verídico: en el siglo VIII el rey cúzaro, que regía un imperio de grandes dimensiones junto al Mar Caspio, se convirtió al judaísmo con todos sus súbditos. Este rey -el "cuzarí"- busca la religión de la verdad y discute con quienes profesan otras creencias y con un filósofo que reniega de las religiones basadas en la revelación, hasta que se encuentra con el "amigo", un estudioso judío. El libro consiste fundamentalmente en un diálogo imaginario entre el cuzarí y el "amigo". El subtítulo da cuenta del objetivo principal: "Libro de la prueba y demostración de la victoria de la religión humillada".
El libro de pensamiento judío más importante y destacado es Moré Nevujim de Rambam, que analiza los principios teóricos del judaísmo. También escrito en árabe, fue traducido al hebreo aún en vida de su autor. Su origen radica en la pregunta formulada por Rav Yosef Vaaknin, discípulo de Rambam, a su maestro: ?Cómo se compadecen las afirmaciones de Aristóteles y sus discípulos, los filósofos griegos del siglo IV a.e.c., con las expresiones de la Torá y los principios del judaísmo? Rambam sabía que no solamente su discípulo, sino muchos se planteaban ese interrogante, y por eso redactó una respuesta amplia, este libro destinado no sólo a su discípulo "perplejo" sino a todos los que se sentían como él. Lo que quiso hacer fue demostrar que el judaísmo es la religión del intelecto prístino, idéntica en algunos de sus principios a la filosofía de Aristóteles, y a fin de demostrarlo supuso que la Torá habla con alusiones y en términos figurados, cuyo significado debemos comprender. Muchos discrepaban con él y hubo quienes vetaron sus libros con el argumento de que podían debilitar la fe en el judaísmo. Este libro suscitó grandes polémicas y hubo quienes consideraron que su contenido implicaba el peligro de la apostasía; pero con el paso del tiempo, el libro se sobrepuso a sus opositores.
La evolución del pensamiento judío no se detuvo en la Edad Media. Los pensadores de la modernidad, especialmente en Europa (Spinoza, Krochmal y Mendelssohn) recibieron grandes influencias de las teorías filosóficas que estaban en boga en sus respectivos países.
Baruj Spinoza (siglo XVII), un filósofo y teólogo que se ganaba la vida puliendo lentes y cristales, escribió sus libros en latín. Los más conocidos son: "Etica" y "Tratado de teología política" (que se publicó al principio en forma anónima), que critica violentamente al pueblo judío y su comportamiento desde la destrucción del Segundo Templo.
Cien anos después de Spinoza vivió en Alemania Mosses Mendelssohn (siglo XVIII), conocido como el precursor del movimiento iluminista judío. Según su concepción, el judío puede adaptarse y vivir en cualquier estado europeo moderno. Su libro más conocido es "Jerusalem", y también tradujo el Tanaj al alemán con el objeto de acercar al público lector alemán al Libro de los Libros. Su traducción despertó agudas discusiones en Alemania.
Pocos anos después se dio a conocer el nombre de Ranak (Rav Najman Krochmal) (1840-1875), fundador de la filosofía de la historia hebrea y uno de los precursores de Jojmat Israel. Su libro más trascendente, Moré Nevujei Hazman, de edición póstuma, expone los principios básicos de su concepción: la religión judía es la concreción del espíritu del pueblo judío. Ranak sostenía que todos los pueblos tienen un espíritu nacional peculiar que deja su impronta sobre la cultura de los mismos.
Entre los pensadores de la Edad Contemporánea cabe mencionar al Rabino Abraham Ytzjak Hacohen Kuk, uno de los más grandes intelectuales y estudiosos de la Torá de las últimas generaciones, que fuera el primer Gran Rabino de Eretz Israel desde 1921 hasta su fallecimiento en 1935. Según su concepción, difundida en los numerosos volúmenes de Igrot Ha-Rayah, en Haorot y otros, la Torá de Israel constituye "la fuente de todas las renovaciones habidas y por haber para el bien de la humanidad".
Si observamos los extremos del anaquel de pensamiento judío, veremos también el Zóhar, el libro básico de la Cabala, que ejerciera gran influencia principalmente entre los anos 1500 y 1750. Los cabalistas consideraban que el Jumash era la fuente de las normas de vida judías, y el Zóhar la fuente básica de su concepción de mundo, destinada a explicar e interpretar las alusiones manifiestas y ocultas de la Mikrá. La cabala se basa en el intento de descubrir las vías de revelación de D's y el desarrollo de la Sefirot. En opinión de los cabalistas, el origen del alma humana proviene de los mundos superiores, y la finalidad del ser humano es aspirar toda su vida a elevarse a un nivel superior, a fin de acercarse al origen divino. Junto al Zóhar veremosTania, el libro básico de la vertiente jasísica de Jabad, redactado por Rav Shneur Zalman de Liady. Ciertamente, se trata de un anaquel pleno de pensamientos profundos de diversas generaciones para muchas otras.
Entre los pensadores contemporáneos cabe destacar al Rabino Y.D. Soloveitchik, cuyos libros y artículos, entre ellos Kol Dodí Dofek e Ish Hahalajá, suscitaron gran interés. Entre los pensadores del siglo XX mencionaremos a A.Y. Heschel, E. Levinas e Yeshayahu Leibowitz, cada uno de los cuales efectuara un aporte considerable al pensamiento judío.
En otro anaquel veremos una larga hilera de libros pertenecientes al área de la "sabiduría judía", la vertiente del judaísmo que enfatizó la postura de que las enmiendas a la religión judía y al estilo de vida judío deben basarse en la investigación de su pasado y su cultura.
La "sabiduría judía", que se focaliza en la investigación de la cultura judía, se inició a fines del siglo XVIIII y comienzos del siglo XIX en Alemania, aunque también tuvo representantes en otros países, como S.D. Luzzatto en Italia, S.Y. Rapoport en Bohemia y otros. Su precursor fue Yom Tov Lipman Zunz (1794-1866), que fundó la Asociación de Cultura y Sabiduría Judías. El movimiento recibió gran impulso a partir de los intentos de introducir enmiendas (reformas) a la religión, destinadas a lograr una conciliación entre los preceptos religiosos y las necesidades vitales.
La Sabiduría Judía adquirió gran significado en tiempos de la Emancipación (igualdad de derechos). Se desarrolló en tiempos de la Haskalá (Iluminismo) y muchos de sus seguidores no cumplían los preceptos de la Torá; sus concepciones suscitaron discusiones que no cesan hasta hoy en día. Los esfuerzos de los judíos por lograr la igualdad de derechos tropezaron más de una vez con actitudes de burla y desprecio por parte de los no judíos. Los precursores del movimiento creían que la revelación de la "veracidad" interna del judaísmo y la exposición de sus influencias sobre la cultura occidental y cristiana contribuirían a modificar la actitud hacia los judíos. En gran medida, surgió a partir de una necesidad externa y con el paso del tiempo se transformó en una de las piedras fundamentales del conocimiento del judaísmo.
A partir de la creación de la Universidad Hebrea de Jerusalem en 1925, la "Sabiduría Judía" se convirtió en "Ciencias Judaicas" y las investigaciones al respecto son básicamente académicas. Entre sus representantes más destacados en las últimas generaciones mencionaremos a Franz Rosenzweig y Martin Buber. El libro de Franz Rosenzweig (1886-1929), "La estrella de la redención" sintetiza los fundamentos de su concepción de la historia humana como un sistema divino y del judaísmo como la estrella de la verdad eterna fija en el cielo.
Martin Buber (1878-1965), investigador del jasidismo y la filosofía, fue durante muchos anos profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Su doctrina filosófica distinguía entre dos clases de diálogo: el diálogo moral entre "yo" y "tú" y el diálogo agresivo entre "yo" y "él". Ambos pensadores colaboraron en la traducción del Tanaj al alemán.
El método crítico-histórico de estudio de Jojmat Israel despertó la opsición de la mayor parte de los rabinos europeos, y la polémica suscitada no se ha acallado hasta hoy en día.
La "Biblioteca Judía" guarda muchos tesoros. En ella podemos encontrar libros dedicados a la historia del pueblo judío, entre los que se destacan los "Anales del pueblo judío" de Yosef Ben Matitiahu (Flavio Josefo), que viviera 1.900 anos atrás y describiera la historia del pueblo desde la creación del mundo hasta la gran rebelión, y "La guerra de los judíos contra los romanos", que describe la gran rebelión (anos 66-70 e.c.) hasta la destrucción del Segundo Templo.
Junto al anaquel de los libros de historia se encuentra la literatura; en él conoceremos a Jaim Najman Bialik, el gran poeta nacional que acompanó el resurgimiento del pueblo judío, al gran poeta Shaúl Tchernijovsky y a Shmuel Yosef Agnon, el gran escritor nacional que obtuviera reconocimiento internacional al recibir el Premio Nobel (véase el material editado anteriormente, pág. 139-141). Junto a ellos se encuentran en muchos hogares los libros del poeta Yehuda Amijai y de los prosistas Amos Oz y A.B. Yehoshua.
La etimología de la palabra "enciclopedia", que significa cículo de conocimiento, es griega. Se trata de un texto científico práctico que incluye información sobre numerosas áreas del saber. Los datos están organizados por "entradas" en orden alfabético. La ampliación y extensión del saber judío llevaron ya en la Edad Media a la redacción de enciclopedias sobre judaísmo; entre ellas podemos mencionar Shvilei Emuná, Measef lejol Hamajanot, Sefer Habrit, Ahavat David, Otzar Jojmá y muchas otras que no alcanzaremos a ver.
En la segunda mitad del siglo XIX comenzó a difundirse una nueva y significativa ola de enciclopedias y léxicos para el conocimiento y saber judaicos. Cabe mencionar entre ellas a Otzar Israel, diez tomos escritos en hebreo por Israel Aizenstein, que la definió como "un libro práctico para quien quiera saber cualquier cosa vinculada con los judíos o con el judaísmo". La Enciclopedia Hebrea es la fuente más abarcativa de conocimientos sobre numerosos temas vinculados con el judaísmo. Hacia 1970 se publicó en Israel, en inglés, la Enciclopedia Judaica, el tesoro de saber más actualizado sobre el judaísmo y el mundo judío, que cada dos anos edita un tomo de actualizaciones. Otro libro que cabe mencionar, publicado en hebro e inglés, es la Enciclopedia de Judaísmo editada por el Prof. Geoffrey Wigoder, que goza de gran difusión e incluye cientos de entradas, relativamente largas, sobre religión, fe y comunidades judías. Otros libros auxiliares son la Enciclopedia Bíblica y la Enciclopedia Talmúdica (aún no terminada), dos colecciones escritas por investigadores de renombre que sirven de primera fuente para el conocimiento de sus respectivos temas. También se han publicado los léxicos Min Hamasad; Moadei Israel, Enciclopedia del Shabat y las festividades y la Enciclopedia israelí sobre el Tanaj.
Rif: Rabí Ytzjak Alfasi (1013-1103). Fundador de la yeshivá de Fez, Marruecos, autor de un libro de halajot ordenado según el Talmud. Dictaminó en todas las cuestiones de halajá que habían quedado sin respuesta en el Talmud de Babilonia. Su libro sirve para dictaminar en cuestiones de halajá hasta nuestros días.
Rambam: Rabí Moshé Ben Maimón (1135-1204), nació en Córdoba, Espana. Por las persecuciones de musulmanes fanáticos, su familia huyó y se estableció en Fez, Marruecos. Estudió Torá, adquirió una vasta cultura general y se especializó en ciencias y medicina. Durante un breve período residió en Eretz Israel y posteriormente se trasladó a Egipto, donde fue líder de la comunidad judía y médico de la corte. De él se dijo: "Desde Moshé (Rabenu) hasta Moshé (Ben Maimón) no hubo otro como Moshé". Su libro Mishné Torá es considerado como el fundamento de los dictámenes sobre halajá hasta nuestros días.
Rosh: Rabenu Asher Ben Yejiel (1250-1327), uno de los más grandes Poskim, autor de más de mil Teshuvot sobre cuestiones de Halajá. Su obra principal es Piskei Ha-Rash para el Talmud.
Maharal: Rabí Yehudá Loew Ben Betzalel (1525-1609), uno de los más grandes rabinos de Europa en el siglo XVI, renombrado rabino de la ciudad de Praga. Escribió muchos libros sobre pensamiento judío y fue considerado líder del judaísmo europeo y activo combatiente contra los enemigos de Israel. Una leyenda popular lo vincula con el Golem que creara para que lo ayudara en sus combates.
Ralbag: Rabí Leví Ben Gershon de Provenza (1288-1344). Comentarista que siguió el sistema filósofico basado en el principio de que en primer término se debe interpretar la intención del versículo.
Rashi: Rabenu Shlomo Ytzjaki (1040-1125), el más grande exégeta de la Mikrá. Sus interpretaciones a la Mikrá y el Talmud forman parte inseparable del estudio de dichos libros. Las letras con las que se imprimen los comentarios de Rashí y otras interpretaciones se conocen con el nombre de "alfabeto de Rashi".
Rashbam: Rabenu Shlomo Ben Meir (1080-1160), intérprete de la Mishná y el Talmud, uno de los más grandes Baalei Hatosafot. Era nieto de Rashi, y su interpretación de la Torá se caracteriza por su búsqueda del Pshat.
Rabí Abraham Ibn Ezra (1092-1164), uno de los más destacados estudiosos y poetas judíos de Espana. Fue el primer autor de una gramática de la lengua hebrea escrita en hebreo y no en árabe. Se dedicó a la exégesis de la Mikrá y a la filosofía, la matemática y la medicina, y se hizo famoso como autor de poemas litúrgicos de elevado estilo y hondo sentimiento religioso.
Rabí Yehuda Hanasí (135-220), dirigente de la comunidad judía de Eretz Israel a fines del siglo II y comienzos del siglo III. Compilador de la Mishná, conocido con los apelativos de "Rabí" o "Rabenu Hakadosh". Se dedicó activamente a reconstruir y fortalecer la comunidad judía después de la rebelión de Bar Kojva.
Mejilta de Rabí Ishmael: Midrash al Libro de Shmot, que incluye textos de halajá y de agadá. Aclara cómo surgieron y consolidaron las normas incluidas en la Mishna y el Talmud.
Mejilta de Rabi Shimon Bar Iojai: Midrash muy similar al anterior, pero de dimensiones más reducidas.
Safra: En arameo significa "libro", es el Midrash halaja del Libro de Vaikrá, también llamado Sefer Hacohanim. Se basa en las drashot de la casa de estudios de Rabi Akiva.
Sifri: En arameo significa "libros", es el Midrash halaja de los Libros de Bamidbar y Dvarim. Según la tradición, fue escrito en el siglo II por Rabí Shimon Bar Iojai. Se basa en los midrashei halaja del bet hamidrash de Rabi Akiva.
Pirkei Avot: Una maséjet de la Mishná que contiene seis capítulos que versan sobre la moral, las buenas costumbres y el respeto.
Jaiei Adam: El libro de Abraham Danzig (1748-1820) que reproduce, explica y fundamenta las halajot del Shulján Aruj.
Kitzur Shulján Aruj: El libro normativo más popular entre los judíos askenazíes, escrito por Rabi Shlomo Ganzfried (1800-1886) en hebreo sencillo. Incluye todas las normas vinculadas con el estilo de vida de un judío que vive en la diáspora. Se basa en el Shulján Aruj de Rabí Yosef Caro.
Hanodá Bi-Yehudá: Apodo de Rabí Yejezkel Landau (1713-1793), uno de los más grandes poskei halajá del siglo XVIII, que durante muchos anos fuera Gran Rabino de la comunidad de Praga y del judaísmo de Bohemia. Se dio a conocer con su libro de Teshuvot Hanodá Bi-Yehudá y por su lucha contra la Haskalá (el Iluminismo), contra el sabataísmo y contra el movimiento frankista.
Oraj Jaim: Incluye todas las normas referidas al comportamiento de un judío durante el día, desde que se levanta hasta que pronuncia Kriat Shma antes de irse a dormir, así como también halajot vinculadas con el Shabat y las festividades.
Joshen Mishpat: Las halajot que comprometen a los dayanim (los jueces de los tribunales rabínicos) y las normas vinculadas con testimonios y con el derecho patrimonial.
Yoré Deá: Aquellas normas que requieren la ensenanza de un sabio, vinculadas con lo prohibido y lo permitido, como hiljot shejitá, alimentos prohibidos, pidión habén, sepelio, duelo.
Even Haézer: Las halajot vinculadas con la mujer: compromiso, matrimonio, ketuvá, divorcio, yebum.
Rabí Yehudá Haleví (1080-1140), uno de los más grandes poetas hebreos de la Edad Media y uno de los filósofos judíos más importantes, representa la grandeza de la cultura judía en Espana. Se dedicó a la medicina y el comercio, y se dio a conocer con su libro Hacuzarí.
Zohar: Libro básico de la Cabala, compilado básicamente como un midrash de los cinco Jumshei Torá y las Meguilot de Shir Hashirim, Rut y Eijá. Contiene largas drashot, narraciones y textos breves. En su mayor parte está escrito en arameo, lengua traída desde Persia y hablada por los judíos en tiempos del Segundo Templo y del Talmud, y en épocas posteriores en diversos países, especialmente Babilonia. Durante muchas generaciones fue considerado como la fuente básica de la concepción de mundo que complementa y explica las alusiones de la Mikrá.
Rabí Shneur Zalman de Liady (1745-1813), fundador de la vertiente jasídica de Jabad (acrónimo de Jojmá, Biná, Daat). Por orden del fundador del jasidismo, Ha-Baal Shem Tov, escribió el Shulján Aruj Ha-Rav, destinado a ser actualizado y redactado en hebreo, pero no alcanzó a concluirlo. Su libro Tania o Likutei Amarim es el
el libro básico de la vertiente jasísica de Jabad, redactado por Rav Shneur Zalman de Liady. Ciertamente, se trata de un anaquel pleno de pensamientos profundos de diversas generaciones para muchas otras.
Entre los pensadores contemporáneos cabe destacar al Rabino Y.D. Soloveitchik, cuyos libros y artículos, entre ellos Kol Dodí Dofek e Ish Hahalajá, suscitaron gran interés. Entre los pensadores del siglo XX mencionaremos a A.Y. Heschel, E. Levinas e Yeshayahu Leibowitz, cada uno de los cuales efectuara un aporte considerable al pensamiento judío.
Este material es extraído de la competencia sobre identidad Judia organizado por la Universidad de Bar Ilan, textos Ioel Rapel.